Publicado en el multiportal “Argentina es Tango” por Eduardo Aldiser, en España.
Tango argentino. Tino Díez y la ñata contra el vidrio de Discépolo
Noticia de ARGENTINA ES TANGO

Mucho se ha escrito y se escribe sobre Enrique Santos Discépolo. Cada día surgen “descubrimientos” de su percepción filosofal de la vida, interpretaciones matemáticas de sus letras, conclusiones forzadas de sus metáforas y sus necesarias acentuaciones rítmicas.
El “Hechizo” se hizo “Andrajos”
Por Tino Díez
Lo cierto es que su sensibilidad, más allá de lo epidérmico, sólo puede ser comparada a la de aquellos otros de corazones sensitivos como los de Cátulo Castillo, Homero Manzi o los hermanos Expósito.
Cuando Enrique y Manzi, con sus días amenazados por la común y cruel enfermedad que los condenaba, se reunieron junto a Troilo, Tania y Osvaldo Miranda, juntaron su angustia en el mejor remedo de la última cena tanguera. Entre lágrimas y sollozos, Pichuco recitó el poema “Discepolín” obra del gran Barba.
Cuando Homero se lamentaba frente a su espejo mañanero, para decirle a su imagen y a sí mismo “Pensar Barbeta, que te vas a morir” y ese pesar encontraba el desenlace inexorable y no menos doloroso por esperado. Junto a las ideas arcanas que se llevaron en el proceso de su partida, se afirma el aserto de quien decía “cuando muere un escritor, se incinera una biblioteca inédita y desconocida. Pero quedan otras aquellas que el autor pergeñara en sus archivos como embriones de futuras obras.
En este sentido, se ha hurgado menos en la obra inconclusa de Homero Manzi que, seguramente fue canalizada por su hijo Acho, quien ya había colaborado con su padre realizando obras conjuntas.
Discépolo dejó entre incompletos algunos artículos, apuntes y obras teatrales, junto con cuatro temas musicales, que en el análisis sólo son tres, ya que uno de ellos ya bahía sido conocido en un film del cine nacional. Al respecto, las obras musicales y/o poéticas no terminadas de Discepolín fueron Fangal, Mensaje, Fratelanza y Andrajos.
Para completar esos temas se eligieron no sólo a los más destacados poetas del tango sino a aquellos que tenían afinidad con el filósofo del tango. Cabe aquí recordar que Discépolo solía invernar sus temas cuando no quedaba plenamente conforme con lo compuesto. Hubo ejemplo de una mora de meses o años, para encontrar la palabra justa, con el reemplazo del sinónimo que mejor expresara la idea que se quería expresar (Eso pasó con el tango Uno y siempre lo recuerda Mariano Mores). Así del toque final de los temas “Fangal” y “Fratelanza” – que pasó a llamarse “Un tal Caín” - en la música de como en los versos, se encargaron con los hermanos Virgilio y Homero Expósito. El resultado es óptimo, pero trasunta el toque más figurativo, y tal vez más poético, de la pluma de Homero Expósito.
En el caso de “Mensaje” diluyó, con su acostumbrado dramatismo particular, un mensaje reproche que, como legado, Discépolo pareció dejarle a Tania y que su viuda prefirió ignorar, como pasó con el tango “Canción desesperada”, que parece dedicado, por su dolorosa realización a la madre mexicana y a su hijo mismo que tenía allá lejos, sin que nadie lo escuche “como una pregunta empecinada, que grita su dolor…”
Y por último, el cuarto tango póstumo e inédito, no fue ni lo único de ni lo otro. Este tango fue compuesto, en letra y música, por Enrique Santos Discépolo para la película “Mi vida por la tuya” protagonizada por Mecha Ortiz y Carlos Cores, en el año 1941. En la ficción es interpretado por Mecha Ortiz sobre una pista grabada por Nelly Omar y con el nombre de “Hechizo”.
Ignorando o no esta situación, el tango Hechizo quedó entre los recuerdos de Discépolo y registrado en Sadaiccomo el tango-bolero Andrajos, con letra de Laureano Alberto Martínez, que recibió el pedido expreso de Tania de finalizarlo y que además es autor de los temas Linda, Yo tengo un pecado nuevo, Coplas, Adiós,Luto blanco y algunos más. Así, un tango exclusivamente discepoliano, tras las trincheras del tiempo, excedió las fronteras del tango, reemplazando el “Hechizo” por “Andrajos”.
Referencias
La precedente nota es una conclusión de las charlas realizadas en la Mesa de Todo Tango “Tango y lunfardo” con la participación de los amigos Carlos Alberto Bottini, Pedro Alberto Colombo, Rodolfo Miranda, Maximino Moyano, Enrique Pablo Haba, Daniel Alberto Cavo, entre otros. A todos ellos muchas gracias.